sábado, 19 de enero de 2013

ACTIVIDAD 5 CONT.

A esta actividad la hemos llamado "Actividad 5 cont." porque es la continuación de otra que  hicimos en una fotocopia.
En esta, después de estudiar los tipos de narrador, teníamos que leer el cuento tradicional español "El zurrón que cantaba", decir qué tipo de narrador tenía y, por último, jugar a cambiarlo. Debíamos reescribir el cuento cambiando el narrador.
Lo hicimos por grupos:
- el grupo 1 lo redactó como si fuera el viejo mendigo el que lo cuenta.
- el grupo 2 lo escribió como si fuera la niñita la que habla
- el grupo 3 lo modificó como un narrador omnisciente contrario a la pederastia y al maltrato infantil.
- el grupo 4 reescribió este cuento como un narrador omnisciente con conocimientos policiacos.

Aquí están:
GRUPO 1: Carlos, Ander y Berkin
EL ZURRÓN QUE CANTABA
Una tarde muy soleada, yo estaba muy triste con ganas de que pasara algo para fastidiar a alguien la tarde y, de repente, vi llegar a una niña que estaba muy triste; eso es lo estaba buscando toda la tarde. Le pregunté qué le pasaba y me contestó que hacía un momento había perdido su anillo que le habían regalado por su santo y que si no lo encontraba le echarían la bronca. En ese momento aproveché para engañarla, me sentí malote, le dije que metiera la mano en el zurrón y que así encontraría su anillo y en ese momento la empujé y la metí en el zurrón jejeje.... Le dije que cada vez que yo le dijese “Canta, zurrón, canta o si no te pegaré con la palanca”, ella cantaba. La llevaba día a día por los pueblos para que me dieran limosna porque creían que el zurrón era mágico. Yo oía que decir a la niña: “En un zurrón voy metida, en un zurrón moriré por un anillo de oro que la fuente me dejé". Ganaba mucho dinero y un día me entró el hambre y me fui a una pensión y comí muy a gusto y cuando tuve que pagar a la recepcionista dije:  “Canta zurrón canta o si no te daré con la palanca”. A la recepcionista le pareció un poco raro que un zurrón cantara y cuando me fui a dormir aprovechó para abrir el zurrón y apareció una niña que estaba hambrienta, con miedo y con frío. Por la mañana, cuando fui a desayunar, la recepcionista sacó a la niña y puso todo los bichos raros que encontró por allí (culebra, ranas, ratones....). Cuando llegué al siguiente pueblo, le dije al zurrón: “Canta zurrón canta o si no te doy con la palanca". Pero el zurrón no cantaba y lo llevé a un monte y empecé a pegarle, y cuando abrí el zurrón todo los bichos que estaban dentro se lanzaron hacia mí....Casi no puedo estar aquí para contarlo... ¡¡¡FIN!!!!! XD

GRUPO 2: Sergio, Diego y Helmer
YO EN EL ZURRÓN
Os voy a contar mi postraumática y requetetraumática historia dentro de ese zurrón maldito. Con el anillito (anillorro) que me regaló mi mamá. Fui a la fuente y me preparé para quitármelo antes de llenar el cantarito bonito (el cantarorro) para alegrar a mamá. Lo llené hasta el tope y volví dando saltitos (saltorros) a casa con la cabeza llena de buenos pensamientos, porque unos días antes mi mamá se enfadó mucho conmigo y me castigó mucho (estaba mosca conmigo y me echó un  palo de castigo). Me vi la manita vacía sin el anillito (anillo) y sólo me acordé de ello en casita (en mi casoplón). Luego volví como una centella a la fuente y, en vez de mi anillo, había un hombre muy pobre (un maldito mendigo). Él me preguntó por qué lloraba y le dije que había perdido el anillo de mi madre. Él respondió:
- Lo tengo en este zurrón tan sucio, oscuro y penoso; mete la manita...
Instantes después yo estaba dentro del zurrón y solo recuerdo oscuridad durante mucho tiempo. No me enteré cuando el hombre malo (capullaco) no estaba con el zurrón, la señora encargada de la posada en la que se hospedaba me sacó del saco. Con su ayuda llené el saco que fue mi hogar durante días y noches de todos los bichos asquerosos que había allí. El capullo murió... Y me alegré que no veas. Ahora, treinta años después soy lesbiana y estoy con la guapísima y jovencísima posadera que me rescató del malotísimo (p...) mendigo. Varios años después, fui al monte al que murió el mendigo, meé y bailé sobre su tumba toda la noche y me lo pasé de lujo (si os digo que metí  ratones  en su tumba para que de ese mentecato bocachancla y soplagaitas no quedaran ni sus huesos...). FIN.

GRUPO 3: Renato, Edurne y Seth


EL ZURRÓN QUE CANTABA
Érase una vez una niña que por su cumpleaños le regaló su madre un anillito de oro. Aquel mismo día fue a llenar un cántaro, dejó el anillito para que no se le cayera a la fuente, pero al volver a casa se dio cuenta de que se lo había dejado. Volvió a la fuente, pero se fijó que el anillo no estaba. Ahora bien, sí había un viejo vagabundo, que en realidad era un capullo, un hijo de su madre pederasta que ojalá le salga un herpes en el miembro viril. Pero, a lo que estamos, que la niña, no lo sabía. El vagabundo le dijo que el anillo de oro que buscaba estaba dentro de su zurrón, le dijo que metiera la mano dentro  y lo sacara, pero el muy pendejo le metió en el zurrón y se la llevó pueblo por pueblo. 
GRUPO 4: Pamela, Íñigo B e Íñigo G
EL ZURRÓN QUE CANTABA
Un día lluvioso se  recibió una denuncia de un presunto secuestro. Todo empezó en Metrópolis. Una madre un tanto sospechosa les informó de que su hija había ido a comprar una botella de zumo y no había vuelto y últimamente se recibían un montón de denuncias de raptos. Según el sujeto (la madre) justo fue el día de su cumpleaños y que le habían regalado un anillo de oro. Fueron a la escena del suceso y observaron unas marcas en el suelo que podían ser de un saco. Preguntaron a los residentes de la zona y les dijeron que habían observado a un señor de avanzada edad dirigiéndose al pueblo con un zurrón. Al llegar al pueblo, vieron al presunto señor que estaba con un zurrón ganando dinero y decidieron no inmovilizarme todavía. Se dirigió a un hotel de lujo. Cuando ya estaban preparados para asaltar el hotel, una señora se les acercó y les dijo:
- Ha entrado un señor con pintas de pederasta y con un saco lleno.
Entonces decidieron intervenir. Llamaron a los SWAT y procedieron a la operación, rompieron puertas y ventanas, pero se dieron cuenta de que la niña había conseguido escapar del saco y en su lugar meter al señor. Ya cuando todo se había calmado, consiguieron tranquilizar a la niña y hablar con ella y esta fue su versión:
- Mi madre me mandó a comprar una botella de zumo, pero yo, en vez de eso, fui a una tienda a comprarme una lata de Monster. Al salir de la tienda un señor se me acercó y me dijo que tenía la espalda un poco fastidiada y si le podía coger el saco del suelo; al ir a recoger el saco, me empujó y caí dentro, me hizo cantar para él poder recaudar dinero, después de eso me llevó a un sitio que parecía de alojamiento, me dio un poco de comida para luego continuar cantando, pero él, que parecía estar agotado, se quedó dormido. ¡Esa fue mi oportunidad de escapar! Y poder darle su merecido metiéndole en el saco donde estaba yo, lleno de ratas y serpientes. Y así fue cómo conseguí “darle por culo a ese asqueroso” y poder escapar yo.

Un caso más resuelto para el detective SHERLOCK HOLMES.



martes, 8 de enero de 2013

ACTIVIDAD 4

En este caso, la actividad se titula "Volvemos a Caperucita". Las condiciones de redacción eran las siguientes:


Ø   Elige el modo más original de transformar este cuento tradicional:

o     Caperucita es una adolescente feroz, maleducada y matona.

o     El lobo es vegetariano.

o     La abuela es la protagonista.

o     Superman es un personaje del cuento.

o     No existe el personaje de la abuela.

Ø   Recuerda todos los elementos narrativos que debe tener un cuento.

Ø   Ahora escribe tu versión transformada:


Iremos poniendo nuestras versiones. He aquí algunas:

SERGIO:
Caperucita negra
 Esta es la historia de Caperucita Negra, una chica de 13 años, que era gótica y tenía novio, Pus Pedobear. Esta pareja heavy se divertía haciendo maldades aquí y allá. Ocurrió una vez que la cadavérica adolescente fue al bosque para celebrar una misa satánica son sus amigos, y de paso darse filete con Pus; por casualidad, pasaba por allí Lobaco, un enorme hombre lobro heavy que se jaló a tó lo que se movía. Luego se acercó a un arbusto donde estaban Caperucita y Pus... Caperucita pilló una navaja (de Albacete) y dijo:
- Lobo pelanas, te voy a echar toos los cuartos en un canasto. 
Y así lo hizo... Después de la misa, los que seguían vivos cenaron lobo...

BERKIN:
La nueva Caperucita
Caperucita iba por el bosque de camino a casa de su abuela, cuando apareció el lobo. Como Caperucita tenía un problema mental, aun sabiendo que el lobo era vegetariano, ella siempre llevaba verduras y frutas. El lobo iba a comérselas cuando la anormal empezó a suplicarle que eso era para su yaya, que estaba agonizando. El pinche culero se ablandó y la dejó pasar. En el lago se encontró a la trucha mamona gigante que acababa de tragarse un pez hermafrodita. Por fin, llegó a casa de la vieja, que le estaba esperando la comida. Aunque cuando llegó a la casa, la abuela había muerto y prepararon ahí el funeral. Asistieron: el lobo, los conejos, los ciervos... Hasta la trucha  mamona gigante. Y colorín colorado, el lobo dejó de ser vegetariano. 
ÍÑIGO G:
La nueva Caperucita
En un mundo paralelo a este, en el bosque de Minecraft, había una chica llamada Caperucita Roja. Tenía la obligación de ir a llevarle a su abuelita "hipster" un poco de comida del Starbucks. En esos parajes rondaba un lobo muy hambriento y feroz, pero tenía un problema: era vegetariano. El lobo odiaba rotundamente a los demás, pero, como no comía carne, no los podía devorar. Así que fue en busca del doctor Doffentsmirt SL para que convirtiera a Caperucita en un cardo, bueno ya lo era, pero en otro sentido. El famoso doctor le ayudó y consiguió convertirla en vegetal gracias al "VEGETALIZADORNEITOR", pero el agente Pi lanzó su sombrero cortador y alcanzó el botón de la máquina "VUELVEATUESTADONORMALINEITOR"  consiguió volver a Caperucita a su estado normal. La chica cogió un balista y le "petó el orto" al lobo.

DIEGO:
La nueva Caperucita
Caperucita Roja iba a casa de su abuela y se encontró al lobo, se la comió y el lobo fue a rascarse el culo al río y se echó un siesta. Pero Superman estaba por allí luchando contra su peor enemigo: el dolor de tripa. Como no aguantaba más, fue a hacer sus necesidades en un árbol y se limpió el trasero con hojas; tenía dolor de tripas por haberse comido un bocata que le habían mandado sus enemigos y contenía criptonita, vitriolo, ácido sulfúrico, cagada de perro, extracto de juguetes que venden en los chinos y mortadela caducada. Cuando se lo comió, se puso malo. En este momento, fue a por el lobo, porque, como tenía rayos, pudo ver a Caperucita, la sacó, la llevó a casa de su abuela y tomaron el té. 

CARLOS:
La nueva Caperucita
Caperucita es una capulla o eso es lo que dicen todos los de mi clase. Pero, bueno, a mí me cae bien; pues a lo que íbamos, Caperucita es una chica feroz, matona y, a veces, maleducada. Los de clase, para gastarle una broma, le invitaron a ir al bosque de picnic y ella me invitó a mí, pero al final solo fuimos nosotros dos. A Caperucita lo único que le faltó hacer fue echar humo por las orejas, pero no lo hizo sino que le dio un puñetazo a un árbol. Caperucita recordó que su abuela vivía cerca de allí y, mientras íbamos, Caperucita no paraba de enfadarse con todo. Cuando llegamos, vimos a un lobo intentando comer a la abuela de Caperucita, pero de repente la vieja le lanzó un puñetazo al lobo que lo dejó KO y esa noche cenamos carne de lobo... No digo que está malo, pero prefiero el pollo. Al día siguiente... ¡Pobres los de clase!

ANDER:
La nueva Caperucita
Hace mucho tiempo una niña vivía con su madre en el campo. Su madre se murió, pero sus últimas palabras fueron: "Coge el lobo, arráncale las piernas y mátalo". Un día, Caperucita Roja se vistió muy bien, de lo que suele ir de normal, con cadenas, chaleco negro, con cresta... Pero ese día fue especial, por lo que llevaba una caperuza roja y un vestido rojo. Cuando llegó a casa le vio un poco distinta, tenía unas orejas larguísimas, era muy peluda y tenía los dientes muy largos. ¡¡Era el lobo!! El lobo saltó de la cama, pero Caperucita Roja le esquivó. Cogió de entre su comida de la cesta una gran escopeta, pero dijo Caperucita: "¡No! ¡No te voy a matar todavía!". El lobo, sorprendido, se quedó pensativo, por lo que Caperucita aprovechó para hacer lo que dijo su madre: le arrancó las patas, y el lobo se cayó; cogió la escopeta, le apuntó a la cabeza y lo mató.

SETH:
La nueva Caperucita
Érase una vez una niña que se llamba Caperucita Roja; como era evidente, llevaba una caperuza roja. Un día, su madre le mandó a casa de su abuelita enferma, para que le llevara una cesta con comida. Por el camino, se encontró con un lobo, que estaba recogieron flores, para luego comérselas, ya que era de la raza "LUPUS VEGETARIANUS". Caperucita le ayudó a coger flores y se quedó algunas para su abuelita. El lobo decidió ir con Caperucita para darle una medicina a la abuelita, porque los dos fueron compañeros en la escuela. Llegaron a casa de la abuelita, pero dentro estaba el cazador sicópata que había atado a la abuelita a la cama. El lobo y el cazador entraron en un rifirrafe. Los dos salieron a la calle, se empujaron mutuamente y ambos se ahogaron en el pozo. Caperucita le dio el medicamento a la abuelita y se curó. A la noche decidió ir a hacer un funeral y asistieron todas las personas de un radio de 50 km, y colorín colorado este cuento se ha acabado. 

PAMELA:
La nueva Caperucita
Caperucita vivía con su madre. Caperucita, una tarde, tenía que llevar una cesta de comida a su abuela, que estaba enferma. Al llegar al pueblo, se encontró con Superman y él le preguntó si quería que le llevara volando a la casa de la abuela; al llegar a la puerta, Caperucita vio que venía el lobo y que tenía hambre, entonces se le ocurrió un idea: dejar un plato de comida en la puerta, para que cuando llegara el lobo se comiera el plato y no a la abuela ni a otra persona. Al llegar el lobo, se quedó un poco flipando, pero tenía tanta hambre que se comió el plato y luego se fue tan feliz a dormir la siesta, y Caperucita y la abuela vivieron felices. 

RENATO:
La nueva Caperucita
Érase una vez una niña a la que le dieron una capucha roja, y por eso la llamaron Caperucita Roja. Esta niña tuvo que ir a llevar una cesta de frutas a su rica abuela que quería plantar las semillas de las frutas para ponerlas en su gigantesca granja, donde cultivaba: maíz, manzanas, granadas, naranjas y mucho más. La niña fue a llevar la cesta de frutas y vio al lobo, y este le preguntó a la niña si tenía "verduras". La niña le dijo que su abuela cultivaba y vendía verduras de todos los tamaños y colores. El lobo se fue corriendo hacia la granja y allí fue hacia los cultivos, cogió unas verduras y la abuela le pidió que parara, pero él le dijo que no. La abuela llamó a la policía y entonces llevaron al lobo a la cárcel y dicen que allí solo sirven carne para comer, ¡je je je!

EDURNE:
La nueva Caperucita
Un día Caperucita tuvo que ir a llevarle las verduritas a su abuelita y el único camino que había era ir por el bosque. Cuando iba por dicho bosque, Caperucita Verde se encontró con el lobo, se asustó y se fue corriendo antes de que el lobo le pudiera decir que era vegetariano. Lo que sí que era cierto es que estaba hambriento al haber olido las alcachofas que llevaba en la cesta y la caperuza verde. Bueno, si continuamos leyendo, el lobo empezó a correr para seguir a Caperucita, pero ella ya había llegado hace tiempo a casa de la abuelita y esta se había comido las verduritas. El lobo entró, contó lo de que era vegetariano, luego cogió un cuchillo y le abrió a la abuelita por la mitad, cogió las verduras y le volvió a poner la tripa como la tenía al principio. FIN.


HELMER:
La nueva Caperucita
Había una vez una niña llamada Caperucita, que un día se encontró con un lobo que estaba comiendo hierba y de repente gritó Caperucita al lobo: "¡Qué haces, loco, te vas a comer una mierda!". "¡Oh, gracias, Caperucita!", respondió el lobo. El lobo era muy vegetariano, tan vegetariano que se iba al campo y se vestía de vaca. A Caperucita, al verle, le dio pena y se volvió vegetariana como el lobo. Se fueron a casa de la abuela y le querían convencer para que fuese también vegetariana. No le lograron convencer, así que la abuela se volvió loca, cogió su escopeta antilobos y comenzó a matar a todos los animales que veía en su camino. El lobo se arriesgó para salvar la vida a una vaca y murió. Caperucita se volvió carnívora, y la abuela y Caperucita se comieron al lobo.

ÍÑIGO BERRUETA:
La nueva Caperucita
Érase una vez una niña pequeña e irresponsable llamada Caperucita "azul" (sí, sí, AZUL), cuya madre le había pedido que llevase a su abuelita enferma una cesta con medicina casera: miel, unos sandwiches vegetales y un pastel de carne. La abuela vivía al otro lado del bosque no nombre claramente irónico: "Selva cariñosa". Pues iba Caperucita por el bosque cuando se encontró a un niño normal y corriente. Este la paró y le dijo que por otro camino se iba más rápido (era mentira). El chico era un hombre-lobo que se quería comer a la abuela. El chico se transformó en hombre-lobo y, veloz como un rayo, llegó a casa de la abuela y se la comió de un bocado. En cuanto llegó Caperucita, el hombre-lobo se había vestido con las ropas de la abuela y se había metido en la cama para disimular:
- Oye, abuelita, qué dientes tan largos t... -dijo Caperucita, pero antes de que esta terminara la frase, el hombre-lobo se la comió.
El hombre-lobo salió corriendo de la casa, pero entonces apareció Superman y le derribó; con sus rayos láser le abrió la tripa y sacó a Caperucita y a la abuela de la tripa del hombre-lobo.
Este final no os lo esperabais, ¿eeehhhhh?


miércoles, 2 de enero de 2013

¡HEMOS LLEGADO A 1000!

¡¡¡FELIZ AÑO 2013 A TODOS!!!
Os escribo esta entrada para comunicaros a todos: Edurne, Pamela, Renato, Carlos, Ander, Diego, Íñigo B, Íñigo G, Berkin, Sergio, Seth y Helmer, que acabamos de pasar las 1000 visitas a este blog. Exactamente, ahora mismo tenemos 1003 visitas. ¡¡ENHORABUENA!!

Y disfrutad de lo que queda de vacaciones. :D